Concepto:
Son crisis convulsivas asociadas a
fiebre de origen extracraneal, que se producen en niños de entre tres meses y
cinco años de edad. Quedan excluidos de esta definición aquellos niños que
hayan padecido crisis afebriles previamente, las crisis asociadas a fiebre sin
componente convulsivo (crisis anóxicas febriles, síncopes febriles, entre
otras), así como las infecciones intracraneales o desequilibrios
hidroelectrolíticos. Las CF son por lo general muy breves, tónicas o clónicas y
se les llama benignas. Sin embargo, en ocasiones son de larga duración, e
incluso en forma de estatus generalizado o hemigeneralizado y se les llama
malignas, porque pueden dejar lesiones permanentes del lóbulo temporal o de
todo un hemisferio cerebral, con secuelas definitivas de epilepsia, retraso
mental, hemiplejía y hemiatrofia corporal.
Las CF son las formas de convulsión
más frecuentes de la infancia, afectando al 3-5% de los niños entre 1 y 4 años, son casi excepcionales en
menores de 6 meses y raras en mayores de 4 años; el 75% de los episodios
ocurren antes de los 3 años. Ocurren en ambos sexos con ligero predominio del masculino y discretamente más
frecuentes en la raza negra.
Las CF son convulsiones reactivas,
es decir, una convulsión que se produce en un solo episodio como reacción
natural al stress fisiológico o traumático general transitorio (privación del
sueño, abstinencia alcohólica o a drogas, fiebre,…) estas situaciones indican
un umbral hereditario disminuido a las convulsiones y no un estado epiléptico
crónico.
Clasificación de las Convulsiones Febriles
- Simple o benigna: son convulsiones breves (menos de 15 minutos, incluyendo el periodo
posictal), tónicas (se produce una contracción prolongada y generalizada
de los músculos esqueléticos) o clónicas (contracción y relajación
involuntarias alternas y rítmicas de grupos musculares). La recuperación,
sin secuelas neurológicas, es completa y se produce habitualmente en menos
de una hora. En la mayor parte de los casos se presenta como episodio
único y no se repite en el mismo proceso febril.
- Compleja o maligna: son convulsiones de larga duración (mayor a 15 minutos) e incluso en forma de status generalizado o hemigeneralizado. Pueden dejar lesiones permanentes del lóbulo temporal o de todo un hemisferio cerebral, con secuelas definitivas de epilepsia, retraso mental, hemiplejia y hemiatrofia corporal. Estas convulsiones febriles malignas se presentan sobre todo en los niños menores de un año que suelen ser portadores previos de alguna anomalía neurológica por anoxia perinatal y se presentan por lo general con más de un episodio al día.
Fisiopatología
La fisiopatología de las CF no está
aún completamente establecida. Se considera que intervienen tres factores que
están íntimamente relacionados: fiebre, edad y predisposición.
El mecanismo fisiopatológico de
acción de la hipertermia para desencadenar una CF no es bien conocido aunque se
presume que las perturbaciones hemodinámicas –aumento de la frecuencia
cardiaca, hipotensión por vasodilatación periférica y vasoconstricción de las
arteriolas pulmonares, entre otras– y las alteraciones metabólicas
condicionadas por la hipertermia –mayor consumo de O2 y de glucosa y discreta
acidosis– actuando sobre un cerebro inmaduro (en sentido estructural y/o
bioquímico), pueden provocar la convulsión por exacerbación brusca de una
predisposición genética a las convulsiones o, con menos frecuencia, secundaria
a diversos factores facilitantes adquiridos prenatal o perinatalmente.
Datos
actuales refieren que es la temperatura final y no la velocidad de ascenso de
la temperatura la que constituye el factor clave en la fisiopatología de las CF
y su relación directa con la fiebre. Los estudios animales sugieren un posible
papel de la Interleucina 1 (IL-1) que influenciaría la excitabilidad neuronal y
podría establecer la conexión entre fiebre y convulsiones.
Las diferencias estructurales
encontradas hasta los momentos entre el cerebro del niño y el adulto, que han
sido señaladas como factores que influyen en la relación edad - dependencia de
las convulsiones febriles, son:
-
Pobre mielinización de
la sustancia blanca cerebral.
-
La migración neuronal
no se ha completado.
-
Menor número de
conexiones dendríticas.
-
Un consumo mayor de
oxígeno.
Los cambios celulares y bioquímicos
causantes de las convulsiones febriles no se conocen en su totalidad; la
experimentación animal y la determinación de neurotransmisores en pacientes con
estos episodios han revelado que éstos están involucrados de forma diferente en
el desencadenamiento de las mismas.
Se ha podido demostrar que el
inicio de estos ataques está muy relacionado con el incremento de los niveles
de glutamato y neuropéptidos en la corteza cerebral e hipocampo, en tanto que
la elevación de los niveles de histamina y ácido gamma amino butírico (GABA),
un tiempo después del comienzo de las convulsiones muestra la participación del
sistema histaminérgico neuronal central y del gabaérgico, en la inhibición de
los ataques asociados con enfermedades febriles.
También se ha descrito la presencia
de una disminución en la neurotransmisión inhibitoria con alta temperatura, que
produciría una falta de inhibición suficiente como para provocar una crisis.
Esta disminución en la potencia inhibitoria se encontraría ante el aumento de
temperatura, que disminuye la expresión de los receptores GABA A en células del
hipocampo, con la mutación del receptor (subunidad gamma 2) que se expresa en
las crisis febriles autosómicas dominantes.
Tratamiento
y manejo
En primer término, dependerá siempre del
tipo de convulsión febril: simple, compleja o en estatus. En todos los casos el
manejo con anticonvulsivantes (de acuerdo a la edad, y a las dosis usuales),
antipiréticos a las dosis usuales (no son necesarias dosis supraterapéuticas
como plantean en algunas literaturas ya que no previenen la aparición de nuevas
convulsiones) y observación por 24 horas (recomendación de la Academia
Americana de Pediatría) se considera el estándar en el manejo pediátrico de la
convulsión febril.
Al realizar la historia clínica y el examen
físico general y neurológico detallado, se obtendrán los datos que permitirán
contemporizar la realización de Punción Lumbar, neuroimágenes y otros
laboratorios secundarios, así como el complemento en la terapéutica que sea necesario
según el caso.
Como detalle importante, a largo plazo NUNCA
se indica medicación continua en los casos de crisis convulsivas febriles
simples únicas o múltiples, solo se indican en los casos de crisis complejas.
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